Invincible. {Liam Payne} Secreto. #1

Siempre había pensado que mi vida seria mas tirando a lo normal, con una casa noal, un perro normal, padres normales, e incluso un hermano... Bueno, había excepciones. Mi hermano mayor, una especie de chico popular con una segunda vida oculta, como todos ¿No? Me sacaba unos tres años, yo tenía 15 y el 18, y esta diferencia de edad a veces nos jugaba malas pasadas, mas bien por no coincidir en gustos, o si hacerlo con los horarios del baño. El caso era que, no nos llevábamos bien, aunque era algo protector. Recuerdo una vez en la que Harry, uno de sus amigos entro a mi cuarto por error. Se enfado con él, se pensó lo que no debía, y estuvieron sin hablarse durante una semana, después volvieron a la misma juerga de siempre. 
No se muy bien porque conté esto, pero creo que la vida de mi hermano, Niall, es mas importante que la mía, y de alguna influye en la mía. 
Ahora mismo me encontraba en mi cuarto, con mi pijama de ovejitas, mis calcetines de lunares y una coleta mal hecha. Estaba tumbada en mi cama, escuchando uno de mis grupos extraños y cantando sus letras, vamos, el típico entretenimiento de una adolescente un jueves por la tarde. Llamaron al timbre, y como Niall parecía que no se dignaba a levantarse para abrir la puerta fui yo la que se levanto. Al abriría, pude ver al moreno de ojos caramelo mirarme de manera pícara. Enseguida me ansió de la cintura y me robo un beso. Pare por un momento y sonreí. 
—Niall nos puede ver.
—Cierto, pero tus labios son tan adictivos.
El sonrio, y yo le regale otra de mis sonrisas. Puse una mano en su pecho y continúe por donde lo habíamos dejado. Después, el se separó de mi y me besó el pelo.
Sin duda, Zayn, no entraba dentro de lo que en mi vida era normal. Nuestro romance raro a escondidas de mi hermano me gustaba, me subía la adrenalina, y el era la exacta definición de perfecto. 
—Deberías probar a ponerte ovejas más a menudo, estas muy guapa—se burló. 
Le golpee en un brazo y después caminamos de la mano hasta la habitación de mi hermano. 
—Adios princesa—se despidió empujando el pomo hacia abajo. 
—Hasta luego príncipe.—le guiñe un ojo. 
Volví a mi cuarto, disfrutando del sabor de Zayn aun en mis labios, cuando volvieron a llamar a la puerta. Bufé y fui a abrirla, mi hermano y sus pocas ganas de moverse. 
—Hola—dije con pocas ganas al abrir.
Un chico, que parecía mayor, morerubio de pelo corto me sonrió.
—¿Esta es la casa de Niall Horan?—pregunto
—Si, no te conozco, ¿Quien eres?
—Tengo que hacer un trabajo con él. 
—Guay.—no me interesaba lo que decía. 
Le deje pasar, y después de que el me mirara de arriba a abajo el pijama, se perdió por la casa, sin preguntarme por una puerta siquiera.
Volví de nuevo con mi cama y mi música, aunque después cogí la guitarra y me puse a rasguear un poco, cosas sin sentido. Asi me pasé las horas, o tocando, estudiando o haciendo dibujitos en los libros. Desde mi cuarto de oían las risas, y alguna que otra palabrota. Se enfadaban con mucha frecuencia. Alguien abrió mi puerta. Era Zayn.
—Tenemos unos diez minutos, he dicho que estoy en el baño. —dijo nervioso.
Deje la guitarra a un lado y el se sentó junto a mí, apoyándose en una mano, y con la otra colocandome detrás de la oreja un mechón suelto. Con la misma, cogió de mi nuca, acercandome hacia el. Me mordí el labio, y me miró, deseoso.
—Que pena que solo tengas 15 años.—soltó, cuando después continuo con un beso dulce que se transformo en intenso. —Definitivamente no aguanto dos horas seguidas con estos labios en la misma casa.
Me echó hacia atrás, acabando encima mía. El acariciaba mi pelo mientras yo metía mis manos debajo de su camiseta, acariciando sus abdominales pulidos en un gimnasio. Sonrio, casi sin apartar los labios de mi. Esta vez tome yo el control. Acelere el beso, y gire sobre el, quedando el debajo de mi. Ahora dirigía yo. Me senté encima de sus piernas y seguí besando.
Alguien abrió la puerta, y nos vio a ambos en plena acción. 
—Vaya.—dijo el chico de antes, con un rostro confundido.