20 de marzo de 2020

Este blog es lo más bonito que tengo y no pienso dejarlo de lado la verdad.

19 de marzo de 2020

abril, mayo, marzo, siempre igual.

No sé qué tiene la primavera, que la sangre altera.

Nos conocimos al mismo tiempo, pero nada fue igual.

Nadie es igual, nadie es comparable.

'Nadie te va a querer como te he querido yo'

Y esas palabras me las llevo conmigo, a donde vaya,

Me las tatúo, me las guardo en un bolsillo.

Porque yo tampoco creo que vaya a querer a alguien como te he querido a ti.

Porque siempre vuelvo en marzo.

Porque siempre he tenido las cosas claras pero nunca lo saco fuera de mi.

Siempre lo he sabido pero he huido, he intentado entenderlo mejor.

Cosas que no necesitan explicación, que no hay que entender.

Quién es un idiota, es un idiota.

Y quien merece la pena, merece la pena.

Siempre me dan las crisis en primavera. 

somos demasiado complicados, no sabemos nada

Y no aprendo, no dejo que pase el tiempo. Hago daño a quien me quiere y me dejo hacer daño por quien no. Cierro los ojos cuando quiero, me encierro en mí misma, también. Apago todas las alarmas porque así estoy más a gusto, porque hablan demasiado alto.

Y hago daño a quien me quiere, a quien me trata bien. Has sido tan bueno conmigo, tú me has ayudado tanto, has sido tan buena amiga. Pero sigo corriendo, sigo perdiendo el aliento al tiempo que me alejo cada vez más.

Porque cuando todo está demasiado bien, me agobio. Porque parece que voy a tientas partes de mi piel que arañar, que los problemas nunca van a dejar de aparecer porque yo no paro de buscarlos. Busco la tranquilidad pero nado, a contra corriente, buceo cada vez más profundo porque no sé a dónde se supone que tengo que ir. No sé qué se supone que tengo que hacer.

Hago daño, me hacen daño. Todo es un ciclo vicioso que no sé dónde acaba, cuándo acaba. Qué es esto, a dónde estamos yendo. Y no aguanto esta presión, no sé a quién busco. Cuántas más personas conozco más claro lo tengo.

Cuánto más buceo más me acuerdo de la superficie. De lo bien que se estaba al sol. Y me da miedo no volver más, me da miedo quedarme aquí hundida. Porque creo que siempre he sabido lo que he querido, pero nos hacemos daño, te he hecho demasiado daño.

Y esté con quien esté, tú también estás detrás, no puedo dejar de verte, de volver a ti todo el tiempo.
No puedo evitar romperme y ver que sigues entre mis piezas, que formas parte de mi aún. No puedo evitarlo.

Cuánto más lo miro, más segura estoy, la verdad. Cuánto más lo pienso, más sé que lo pierdo, que se desvanece, que ya se ha ido. Que ahora toca hundirse un poco más, que en algún momento saldré a flote.

No me interesa nada, no me apetece nada.
No me interesa nadie, no me apetece nadie. Siempre es lo mismo, siempre ponemos esperanzas en recipientes que creemos vacíos, en personas llenas de ganas. Proyectamos lo que queremos pero cuando dejamos de verlo reflejado, cuando las piezas van cayendo y ya solo quedamos nosotros, se van, huyen y te abandonan y van buscando nuevos recipientes.

Ojalá siga habiendo partes de mi en ti.
Ojalá alguna vez volvamos a ponerlas en común.

Ojalá algún día salga a la superficie.
Ojalá sigas tú ahí.