20 de enero de 2017

これは痛い心のために作られています.


Quema, arde. Poco a poco sube por su intestino delgado y llega hasta el pecho. Se queda ahí un tiempo. Puede que incluso llegue a echar raíces. Quizás es para siempre, crónico. 
Pero no te olvides de nada.
Completamente inexperto va dando palos de ciego contra un saco demasiado pesado. Y sigue y sigue hasta que las muñecas se quejan de lo mal que dirige su fuerza. De que esa en verdad no es su lucha. 
Pero sigue, una y otra vez derramando mar sobre la alfombrilla. Una y otra vez, moviéndose como quién no conoce la cordura. Como aquel que golpea con el puño mal cerrado y se hace daño. Solo es su corazón el que se deshace. Sobre unos nudillos desgastados, sobre unos músculos cansados, sobre heridas abiertas. Aun así no llega, más arriba la sangre no llega. 
En olas se acerca, acecha. El frío viene. Él contiene el aliento y cierra los ojos, pero no para.
Nunca parará.


merci, merci, merci. 

3 de enero de 2017

No te olvidas de mí, así de fácil.

No hemos tardado ni 3 días.


Y ya me has llevado muy lejos. Puertos y paisajes congelados, carreteras olvidadas y lagos perdidos en pequeños estrechamientos. Soy tan feliz de tenerte. 
Hemos huido. Hemos corrido en frío y dormido en caliente. Hemos gastado en algo más que en gasolina, pero sabes que no me importa, que lo haría una y otra vez con tal de salir de ese túnel contigo. 
Sin responsabilidades, me has hecho ver cómo hacer que el sol brille un poquito más, la lluvia cayendo sobre la luna, tu parabrisas borrándolo todo. Nosotros empezando de cero. Dios, cómo te quiero. Ni todos estos kilómetros, ni ese horizonte que nunca acaba serán capaces de describirte cómo te quiero. 
Algo de agua, parece un trozo de cielo bajado solo para que nosotros lo veamos. En serio, no serán lo mismo pero son dos pedazos de la misma magia. Una soledad que no abruma, me llena. Por un momento me imagino que en realidad  somos tú y yo contra el mundo.
Sin querer. Has ido uniendo todas mis piezas sin querer y ahora todo parece tener sentido. 
Si me quiero ir lejos, me llevarás hasta allí y más allá. He olvidado, me he sentido olvidada y no me ha importado nada, solo tú. Solo tú, que sabes qué decir en todo momento. Que me sacas de donde sea. He aprendido a respirar y a que el oxígeno roce mi tráquea. 
 Y aunque haya sido breve, de verdad, inundas de felicidad mi alma.

merci, merci, merci.

1 de enero de 2017

20:17

Querido 2017,
sueño con cambiar de aires.
Sueño con huir y dejarlo todo atrás. Con irme lejos y dejarme de complicaciones. Haces, o más bien hacen, las cosas demasiado difíciles. Me cansa tener que estar pensando siempre en qué decir, o en cómo actuar. Me agobia tener que encontrar un futuro medio sostenible que me aguante por un tiempo. Me agotan tantas formalidades y no poder hacer lo que yo quiera.
Estoy soñando con un lugar mejor. No físico, quizás mental. Quiero pasar tus fronteras y no volver nunca más. En un sitio donde estar sola no sea incorrecto. Un sitio donde, sin embargo, nunca me sienta sola. Me siento un poquito sola.
No me estoy gustando este año, he empezado con mal pie. Espero que solo sea porque es un poco tarde y no estoy por ahí bebiéndome todo lo bebible. Aun así no me gusto este año, no veo que me quede bien.
Seré positiva, siempre tengo que ser positiva. Nos quedan 365 días por delante y quién sabe que nos pasará. Quizás si que llegue a ese lugar con el que sueño. Quizás no vuelva.
Quizás si vuelva, como el año pasado.
Bueno, de momento solo me he quedado con las ganas de bailar.





merci, merci, merci.