17 de junio de 2016

Light beyond the blue.

Solo quiero calma. Respirar el silencio, que el dióxido de carbono roce la comisura de mis labios. Quiero verlo todo azul, mar y cielo haciendo el amor, desdibujando el horizonte cada uno a su manera. La espuma abrazando a las rocas, desgastando su cariño. Y que aún así, esta no olvide lo mucho que adora los acantilados, platónicamente altos y afilados. Ellos susurran su nombre con ayuda del viento, y al mínimo atrevimiento de las olas, las parte en dos. Irónico que tanto amor llegue a salpicar apenas la punta de mis pies.
Solo quiero calma. Que el aire caliente ascienda y el frío se quede aquí abajo. Y me despeine de la manera más tranquila posible. Que no me importe tener el pelo en la cara porque lo que me interesa ver está aquí dentro. Así  las nubes nadan sin prisa, empujadas por sus aletas y brillantes a la luz del sol. Yo las acompaño hasta donde puedo, pero acabo por quedarme atrás.
Es cuando rompo la calma y choco contra la marea.