29 de noviembre de 2017

Para todas mis amigas.

Si tuviera que contar las veces que he visto a gente bajar la luna por alguien que no les merecía, tendría que seriamente empezar un grado en Matemáticas, porque no lo comprendo.

Si no entiende que «no» es «no», no te merece. Si tú cedes, que cedan ellos también, las cosas son así. No le excuses, no busques formas de perdonar lo imperdonable, no. Hablo, escribo desde la rabia, porque no hay más que rabia dentro de mi cuando veo lo mucho que te duele ver que no encajas, que por mucho que fuerces, estas piezas siguen sin encajar. No debería ser así, no malgastes tus esfuerzos. Él no te merece. Porque él no sabe ver ese pequeño caos en ti, no sabe lo bonito que es. Solo ve poco más que un par de fotos de Facebook, una historia de Instagram. No te conoce. Él no te conoce.
Estoy cansada de ver cómo dejas que te pisoteen, cómo te dices a ti misma: «seré yo».

No, mi niña, no eres tú.

Son ellos.

Y si sabe cómo se asoma ese brillo por tus ojos al hablar de algo que te gusta, ese sí, tiene que ser él, no le dejes ir. Si cuenta las horas para volver a verte, quédate un poco más. Si te busca, si sus ojos buscan los tuyos en un mar de gente, encuéntrale. Escucha cómo suspira por ti, cómo quiere saber un poco más. Un día alguien vendrá y en vez de darte un buenas noches, te pedirá que aguantes el sueño, te dirá que esto no ha acabado. Recoge todas esas esperanzas y guárdalas bajo llave. Esos pintalabios, esas sombras que guardas en un cajón, que no acumulen polvo. Ponte bonita, porque alguien que sí te merece te espera.

merci, merci, merci

27 de noviembre de 2017

in English so you can read me

I hope you see me today
and the floods of regret
do not touch me in your memories.
Because I do not know anymore
how to fix what this has become
it seems that the more I try
the less I keep it dry
The drought does not leave me upset
this time I don't mind it
so please, do not let
the lake of regret
sweep what I did for over a year.

26 de noviembre de 2017

cuántos intentos hicieron falta para encontrar mi autoestima.

diseño sombras oscuras,
y con ternura subrayo
de rojo mis comisuras.
bato mis alas hacia ti.

la primera vez fue dolor
escondido, desgastado
por el tiempo, por desamor.
qué sabré yo de eso, ¿no?

la segunda fueron flores
creciendo poco a poco
en mí, en estos rincones.
me sentí un poco más llena.

y después, a la tercera
como si creyera ser un
capullo, tú una fiera,
salimos juntas de él, amor.

merci, merci, merci.



25 de noviembre de 2017

Las líneas paralelas nunca llegan a tocarse.

No sé qué es pero me hace llorar como no lo había hecho antes.

Solo flotamos en el espacio, lo sabemos muy bien. Un día ellos chocaron y también lo entendieron. Era noviembre, 25 de noviembre. Después de mucho tiempo en sequía, por fin hoy llovería. Ella decidió salir justo ese día porque le venía bien, su suerte siempre jugaba con ella de esa forma. Él sin embargo, se vio obligado a ponerse el abrigo y probar cómo salían las cosas. El cielo estaba negro y ya daba señales de tormenta, el viento jugaba con las bufandas de la gente y los toldos de los restaurantes. Las calles abarrotadas, hasta arriba de gente. Un sábado a las once de la noche es lo que tiene. Los bares competían por ver quién tenía la mejor música, y cuál la podía poner más alta. Mientras tanto algunos bebían asintiendo, haciendo creer que podían oír todo lo que se les estaba contando. Otros se reían sin sentido, o fingían ahogarse entre carcajadas. 

Ella llevaba los labios rojos, el pelo suelto, liso. Él no hizo mucho, ponerse las lentillas. Cada uno a su ritmo atravesaba las luces de las farolas, pisaba las franjas de los adoquines. Se apresuraban por que no les pillara la lluvia, o quizás el tiempo. Ella llegaba tarde, y él demasiado pronto. A él le tocó esperar a sus amigos, mientras que los de ella sabían que no podían pedir más, que así era. En grupo, cada uno fue a su garito preferido, para ir calentando. Bebieron un par, tres, cuatro cervezas. Ninguno se tambaleaba pero aún así la vista comenzaba a nublarse y todo resultaba mucho más gracioso. 

Empezó a llover y una punzada les sacudió a los dos cuando la primera gota de lluvia calló sobre sus frentes al mismo tiempo, pero a kilómetros de distancia. 

7 de noviembre de 2017

I miss you.

Hola, buenos días, tardes, noches...
me dirijo a ti porque tengo mucho que contarte, y busco alguien que me escuche, sólo eso. Anoche soñé contigo y sentí que seguías aquí, que aun podíamos arreglar las cosas y todo había sido una broma de mal gusto. Te tenía entre mis brazos y me asegurabas que todo estaba bien, que aunque no lo pareciera tú seguías junto a mi. Ahora no puedo parar de pensar en ese sueño y en todo lo que me gustaría decirte.

Así que,

no te preocupes por mi.

Ser yo misma es lo único que necesito, quiero sentirme bien dentro de estas paredes. Río cuando quiero, y dejo que el aire salga de golpe de una tantas veces como haga falta, hasta que me quede sin aliento y tenga que empezar a mover las manos en el aire sin saber muy bien como recuperar la compostura. Salto tanto si es al vacío como a cualquier charco que se cruce por mi camino, brinco y corro, dejo que todo me salpique sin miedo a mojarme. Bailo tanto si es de fiesta como en mitad de la calle, a oscuras o a plena luz del día. Bailo como si nadie me estuviera mirando, como si acabo empapada en sudor, nada me importa. Juego a no reconocer caras y a inventar nuevos amigos, a entender a los que tengo y pretender ser una familia.

Estoy bien, no te preocupes por mí.

Ya nadie puede hacerme daño, solo yo. Las nubes van y vienen pero sé que tanto el Sol como la Luna seguirán ahí en verano. Tengo muchos desconocidos con los que emborracharme, tengo tantas obras de teatro que ver, y millones de viajes que repetir. Tantas tardes de otoño abrigada con una manta tras las hojas de cualquier libro en francés, inglés, ojalá en español. Exámenes que suspender, no tantos. Estrés, espero que tampoco mucho. Risas, muchas muchas risas, por favor.

Sí, no miento cuando digo que te echo de menos, y sé que ella piensa en ti todos los días, ninguna de nosotras puede olvidarte. Te llevamos todas en el corazón, así que no te preocupes, que estamos bien.