4 de junio de 2018

piénsalo dos veces antes de hablarme

Cuando era pequeña tendía a hacer de cada cosa que me pasaba un mundo. Lo exageraba todo lo que podía hasta que conseguía sentirme una mierda, o quizás hasta respirar mejor. Y lloraba como no he llorado en mucho tiempo. Pegaba gritos que me sacaban de la realidad y arañaba el aire en búsqueda de algo sólido a lo que aferrarme. Solo encontraba más oscuridad y dióxido de carbono. Mis lágrimas tenían nombres y apellidos. No era amor, ni amistad. Era tanto odio que me abrumaba, me dejaba ciega. Solo veía el negro de mi habitación, y pequeñas motas de luz bailar en las paredes. Y no entendía por qué, ni veía la salida en ningún momento. Te juro que había momentos en los que deseaba morir, y no lo hacía por orgullo.

Mi madre a veces me encontraba escondida tras la cama o sobre ella, completamente paralizada mientras sostenía mi móvil entre las manos. Leía y releía palabras que ardían más tarde en mi estómago, que fluían en mis venas y se grababan en mi cabeza. Al hablar pensamos que nuestra voz se desvanece con el viento, que lo que escribimos se borra con pulsar un botón. Y no es así, cicatrizan en la piel del que escucha, del que te lee. Él o ella pensará en ellas cada día de su vida y por muchas veces que se diga que ya lo tiene superado, en algún momento alguien pasará un dedo por sus heridas y volverán a abrirse. Y las mías, no sé por qué, siguen a flor de piel. Es como si después de haberlo pasado así de mal mi cuerpo estuviera alerta las veinticuatro horas del día, como si me costara confiar en los demás. En mi misma también. 

Nadie que me conozca lo entiende porque pocos lo saben, pero es algo que me ronda la cabeza últimamente. Que quizás la culpa no es tanto mía por pensar así, sino que simplemente es mi sistema de seguridad. El pasado deja huellas que las olas no pueden borrar tan fácilmente, el viento las erosiona pero solo las hace más grandes. Y ahora que conozco caras nuevas no puedo evitar ver en ellas las viejas. Ni pensar que cada paso que doy es erróneo, que no soy tan libre como pienso. Quiero encontrar una manera de salir de este círculo vicioso pero solo me veo cayendo más y más profundo. Veo la punta del iceberg asomar, cómo mis nervios acaban conmigo. Y al final del día, me veo sola y no me gusta.

merci, merci, merci

29 de mayo de 2018

go ahead and break my heart again.

Rómpeme el corazón. Una, dos veces. Hazlo otra vez. Cógeme y tírame al suelo, destrózame. Hazme pedazos por favor. Hazme sentir pequeña, redúceme a cenizas. Creerás que mi piel es de acero, que a lo mejor no escucho. Que no sé ver. Que no veo nada de lo que hay detrás.

Pero sí que lo veo.

Joder que si lo veo.

Otra cosa es que me pueda hacer la tonta. Que te de la oportunidad de disculparte, de tirar las armas al suelo. Aún sabiendo que no, no lo harás. Ni lo vas a pensar más de dos veces antes de disparar y me harás pedazos. Porque te doy igual, mi heridas, mis agujeros te la sudan. Escupes ácido, y no te quema nada, no ardes en llamas.

Y dentro de mí, mil incendios. Mil millones de inviernos.

Paso.
Rómpeme.


merci, merci, merci

26 de mayo de 2018

you could be in the Louvre

you stopped and I saw
you looked at me
i wondered how it could be
how could i draw
you

your lines so perfectly designed
like they were reunided
and decided this is what i'm missing.
this is how love feels

and touches,
goes and smells.

this is you and i'm following your lines
with no worry in my body
no regrets.

just you making art out of us.


merci, merci, merci

21 de mayo de 2018

get out of my head before i cave in.

la verdad me quema
la garganta, mis piernas
tiemblan, de miedo,
de frío.

por favor, vete
vete de mi cabeza
antes de que me rompa
en pedazos.

antes de que este techo
se caiga sobre mí
y nos ahoguemos
con el polvo.

a mí ya me cuesta
respirar, ignorarlo todo
no puedo correr la vista
a un lado.

noche y día te quedas
conmigo y no te vas
hasta que abro los ojos,
aún sigues ahí.

en mi cabeza
una y otra vez.
no te quiero aquí
vete, por favor.

vete antes de que la que acabe en ruinas sea yo.



merci, merci, merci

19 de mayo de 2018

¿cuántos zapatos necesito para quererme un poco más?

hay una insatisfacción
incesante que no para de buscarte
que confundes y mientras te hundes
en mares más grandes que tú,
no paras de nadar.

nadas y nadas,
y muchas más enredadas
en tu intestino delgado
en tu costado retorcido.
no sabes cuál es el problema
esperas, pero rellenas esa nada

por sin sentidos,
por ropa
por abrigos,
amigos sin serlo,
comida,
gimnasios,
y libros.

rellena lo que puedas
pero no veas
que solo eres una muñeca
un soldadito de plomo,
en una sala a oscuras
viendo tu vida pasar.

tienes tu cuarto
hasta arriba
olvidas que todo es mierda
que eso no es vida,
que faltan sonrisas y sinceridad contigo misma.
contigo mismo.
todos somos iguales.

tíralo, para qué
para qué todas las gorras,
los tatuajes, las cosas que cuelgas en la pared.
si no ves, no ves
lo que tienes delante de ti.

por qué tienen que completarte, si naciste con un punto y aparte
escrito bajo tus costillas.

merci, merci, merci

12 de mayo de 2018

Dime qué es peor, olvidar o ser el olvidado.

No se oía nada más que su respiración agitada y las agujas del reloj. Le miró y sonrió una vez, por los viejos tiempos. También lloró, por los buenos recuerdos que jamás volverían. El tacto de su mano, el olor de su piel después de una ducha. Se querían tanto que a veces llegaba a doler. Jugó con los dedos de sus manos y siguió recordando. Una noche cogieron el coche y huyeron de las luces de la ciudad. Buscaron las estrellas hasta dar con la oscuridad total y allí se quedaron. Quizás haya muchas formas de sentir amor, cada uno lo encuentra como puede. Ella en aquel momento sintió eso y más, sintió una sacudida de aire fresco de los pies a la cabeza, el frío ausente en sus abrazos, en sus besos. El universo entero frente a ellos. 

Siempre que se ve sola quiere volver. Y una fuerza ajena a ella le oprime el corazón hasta dejarla sin respiración, un peso cae sobre sus hombros. Ni el sol lo derrite, ni el viento se lo lleva. Se queda ahí un ratito y le hace creer que es así cómo debe sentirse la pérdida. Compraría flores, pero no servirían de mucho, todo se acaba marchitando, todos acabamos por irnos para siempre en algún momento. Ella intentará recordarlo mientras pueda, mientras esas estrellas la observen desde arriba. 

Él acaricia su pelo canoso, ella reprime todos esos océanos en su interior y se despide con dolor un domingo más. 

Puede que mañana él la olvide y sus lagunas acaben ahogándolos.



merci, merci, merci

4 de mayo de 2018

cómo procrastinar

Hay un charco frente a mi ventana, pero no consigo ahogarme en él. Y el sol se acerca a mis hombros pero no me calienta, solo me quema. Es como si corriera contra el viento y me hiciera menos fuerte. Abro la ventana y me pongo encima una manta, porque hace frío y me niego a cerrarla. Al menos oigo a la gente pasar, coches corriendo contra el asfalto, y el silencio de un muro blanco y húmedo. Quiero pensar que ya es verano, que por fin somos libres. El charco sigue ahí, creando goteras sobre las cabezas de otras personas que no soy yo, siendo que por dentro sigo podrida.

si eres imperfecto y sigues equivocándote, nadie tiende su mano con dulzura.

escucho a todo el mundo,
menos a mí misma.
y ellos no paran de hablar
mientras permanezco en silencio.
te hago caso, sigo tus pautas
y me llevan al caos,
a querer romper las palabras con mis puños.

sigo escuchándote,
¿pero quién me escucha a mí?
te conviertes en bruma,
y mis oídos ya no distinguen
lo que dices
de lo que gritan mis pulmones,
de lo que dicen los demás.

estoy llena de huecos vacíos
que buscan reconocimiento
que se esconden bajo mi piel.
como un poema, tras él
hay más que versos.
pero hablo para el cuello de mi camisa,
y ando con el alma desnuda.


merci, merci, merci

26 de abril de 2018

better off - jeremy zucker

nadie me dijo que
doliera tanto ver
cómo nuestras ilusiones
se funden con el parqué

porque las tuvimos 
tan arriba, las cogimos
y las pusimos al abrigo
del invierno, del peligro.

ahora se quiebran
el tiempo pesa
sobre ellas, tiemblan
hablando en esta mesa.



merci, merci, merci


25 de abril de 2018

I will break every inch of my lungs.

you fill my ears
with something i feel
is taking me far
so far from here. 

maybe the sun goes
and later all my flaws 
will vanish in the horizon
slow i know we will float. 

hand in hand, fly away
you've told me to stay 
but how can I do that
"with me", you said. 

maybe he will rise
and in the morning skies,
while they touch the sun
we'll forget we'd said bye.



merci, merci, merci

22 de abril de 2018

je serai poète et toi poésie

quiero ser como Whitman,
reinventarme una y otra vez.
alcanzar la vejez
teniéndome en alta estima.

mis puntos suspensivos
rellénalos como quieras.
mete las dudas que tengas,
a ver si consigo
                    [vencerlas]
quiero ser como Baudelaire,
hacer de todo poesía.
una prosa que sea mía,
adornada con un aire francés.

dedicarme a ser arte,
ser alguien por un momento
bonita, ponerte contento.
y luego marcharme.

Los finales van a acabar conmigo.

Estoy estresada, y no me acuerdo de cuánto tiempo llevo así. Poco a poco se van acumulando todas mis preocupaciones tras mi nuca y se van turnando, diciéndome cosas al oído. Para ya, déjalo. Es inútil, no sigas. Sabes que no puedes, sabes que al final siempre te quedarás a medio camino. Me pregunto cuándo llegará la parte en la que pueda disfrutar de lo que hago. ¿Cuándo vamos coger con ganas un lunes? Este sol me enferma, y mi habitación me mata. Abro la ventana pretendiendo que entra más aire, que de alguna manera este cuarto es más grande. Aún me ahogo por las noches. Tengo pesadillas donde me persiguen mis obligaciones y yo trato de difuminarlas con los dedos. Ellas corren mientras yo trato de volar, y después caigo al suelo. No siento dolor físico, pero sí en otros sitios. Me despierto y, una vez más, tengo las rodillas rasgadas y me falta el aliento. Así que no vuelvo a dormir, me da igual lo pronto que sea. Me siento y pienso cómo terminar con todo esto, pero siempre hay alguna luz intermitente, algún mensaje que me trae de vuelta. Quiero apagarlo todo, desconectar y salir a correr un rato. Y la otra parte de mi me repite que no sea cobarde. ¿Yo puedo? ¿De verdad? Se me olvida todo, y no sé por qué. Voy a suspender y cuánto más me esfuerzo más me doy cuenta de que en realidad no sé nada. No sé hacer nada. 

Joder por qué nadie me escucha. 

Por qué somos todos tan egocéntricos.


merci, merci, merci

20 de abril de 2018

Just look at her while she kisses the sky.


Quiero volver una y otra vez sin parar. 


merci, merci, merci

Just say where.

Haz las maletas y ven conmigo. Siente ese vacío al despegar, siéntelo una vez más al aterrizar. Y abre los ojos, ábrelos todo lo que puedas porque no quiero que te pierdas ni un solo detalle. No hay exámenes ni trabajos que tengas que terminar, déjate llevar por lo que de verdad necesitas. Calla todas esas voces en tu cabeza, olvídalo todo por instante. Estás aquí y eso es lo importante. Y viaja, conoce lo desconocido, déjate sorprender por lo que te espera al otro lado del aeropuerto. Equivócate, piérdete por un millón de calles, mémorizalas y repite el camino otras mil más. Haz de cada ciudad tu hogar y llévate cosas que recordar y que completen un poco más quién eres. Al fin y al cabo, aunque estés un día o tres semanas, cuando vuelvas ya no te sentirás igual y tendrás que volver para encontrarte.


merci, merci, merci

29 de marzo de 2018

But tonight you are a stranger, some silhouette.

¿Nunca has sentido una nube abordando tus pensamientos? ¿Ondas en el agua que desembocan furiosas contra ti? Acuérdate de ese día en la playa: bandera amarilla. Te levantaste de la toalla, una mano apretando tu corazón mientras avanzabas hacia la costa. En la orilla sentiste como tus pies se hundían en la arena y el agua coqueteaba con tus tobillos. El viento se hizo presente en tu pelo, en tu ropa, desde lejos parecía que bailabais. Buscaste al sol y un cielo encapotado te demostró que nadie es invencible, todos nos desvanecemos y nuestros pulmones se desgastan. Cada respiración, cada suspiro, te acercaban más al horizonte. Un paso tras otro, la orilla se convirtió en mar. Aún con el control, no dejaste que nada te echara atrás. Movías tus brazos cuando el agua ya te llegaba hasta el cuello, te impulsabas a pesar de que tus pies siguieran en la tierra. Una gran ola vino hacía ti y no supiste como evitarla, así que te metiste de lleno. Ella, con demasiada fuerza, te agarró de los hombros y te sacudió. Perdiste el norte, cerraste los ojos mientras tu nariz se llenaba de agua. La sal invadía tus papilas gustativas, y un regusto amargo permanecía en tu garganta. 


Una silueta negra en pleno mar abierto aprendió a dejarse llevar por la marea, a no luchar en contra de su propia naturaleza. Tu silueta flotaba como un pájaro que juega a ser el viento. 

12 de marzo de 2018

Julio.

Llegará el verano y las despreocupaciones, una brisa de aire fresco de tu mano. El sol calentará mis párpados cuando cierre los ojos del placer, una sacudida de corriente eléctrica navegará por todos mis nervios. El roce de las yemas de tus dedos combinan con mis ganas de reír, de ser feliz. Quiero jugar, todo el día, a todas horas. Juguemos a borrar la distancia, a crear muchas arrugas en mis sábanas. A oscuras, a plena luz del día. Me esconderé tras tus ojos grises, sobre ti. Como niños pequeños lucharemos por ver quién es el más fuerte, y como siempre empataremos. Prefiero el frío al calor, pero me has enseñado lo bonito que es provocar incendios juntos. Nos hemos quemado hasta consumirnos y hemos vuelto a resurgir. Tan bien y tan sencillamente. Pocas veces hemos tenido que pensar las cosas más de dos veces.

El ruido del verano irrumpiendo en mis oídos, pidiéndome silencio. No escuchar más que el césped bailando en el viento, acariciar tu nuca y buscarte. Encuentras mis cosquillas, siento que un hormigueo sube por mi estómago y no puedo evitar sonreír. Te acerco un poquito más, hasta que solo somos cíclopes, hasta que nuestras narices se tocan. Vuelvo a sonreír y me preguntas por qué. No entiendes que la razón has sido siempre tú. Mi vestido flota, tu camisa vuela, el cielo besa mis hombros con tanta delicadeza que me hace pensar en cómo será estar por las nubes. Azul, tan azul que duele, se mezcla con mis intenciones e inunda las tuyas. Que venga el verano y nos salve del invierno. 

18 de febrero de 2018

I wanna break out and get away, I wanna let go.

Me siento infinita, y esta canción sabe cada uno de los acordes que mis oídos necesita escuchar. La batería persigue mis latidos, mis neuronas corren desapercibidas junto con el bajo. Y esa voz, solo quiero tenerte a ti en mi cabeza. Adiós preocupaciones innecesarias, adiós a pensar las cosas más de dos veces. Si tropezamos seré tu paracaídas. Hay tantas cosas que podríamos hacer si nos lo propusiéramos, vamos a intentarlo. Voy a soltarme el pelo, y baila conmigo. Salta, suda. Somos más que esto, somos más que lo que creemos que nos define. Imaginemos que no tenemos cadenas, nada nos está atando y somos tan libres como un estribillo a capella. Dime que estás preparado, yo nací para este momento. Hagamos todas esas cosas que solo podríamos leer en libros o cómics.

Porque es tarde, muy tarde pero aún así mañana tendremos tiempo para todo esto. Ven.

1 de febrero de 2018

Un poco de decepción cuando se mira en el reflejo, su cerebro trabaja por corregir tantos errores que se acaba agotando. Se mira y se mira, no para de mirarse pero nada cambia. Sus ojos, su nariz, su boca y sus orejas siguen siendo las mismas. Siguen teniendo esa forma y esos colores. Aún no daría nada por ellos. Ni por su piel, ni su pelo. No daría nada por ninguno de ellos. Cuando mira su reflejo espera encontrarse con otra, quizás una mejor versión de si misma. Y no. Esa mueca asoma por sus comisuras a la vez que sus ojos rojos la examinan con crueldad. Ojalá pudiera saber cómo llega a ser la imagen que tiene en su cabeza, ojalá sentirse satisfecha. Todos los días el mismo ritual. Algunos cambia, otros no. Su cabeza sigue siendo la misma y sus hombros siguen igual, pero quizás es su forma de entenderse es la que debería cambiar. Su frustración crece a medida que pasan los días y prueba nuevas formas, pero ella sabe lo duro que es aprender a quererse. Y si llega a lo más mínimo un día, parece que al siguiente todo se evapora.

16 de enero de 2018

Let the ocean take me.

Llega la noche y te derrumbas. Está oscuro y nadie puede ver tus demonios. Te inundan, suben por tus tobillos, trepan hasta tus rodillas. Caes sobre ellas y te preguntas qué puedes hacer ahora, están más cerca. Te cogen de la mano, tiran de ti, tus hombros se dejan llevar, pero tu cabeza solo mira al techo. No bajas la mirada en ningún momento, te niegas a ver que la realidad se está acercando. Levántate, olvídate por un momento de que hay un río bajo tus pies. Camina e ignora ese peso, deja que se deshaga con el tiempo, no lo luches, ya has tenido suficiente. 
Y lo más probable es que mañana se te vuelva a olvidar lo que ahora te quita el aliento, pero no puedes evitar ahogarte de todos modos.

15 de enero de 2018

Me quedo, ¿o te irás de nuevo?


Antes escribía tan bonito, me pregunto qué habrá pasado.

3 de enero de 2018

lo siento

a veces creo que le tengo a la gente más cariño que el que ellos me tienen
otras siento que un pedazo de su alma está cosida entre mis costillas, y que nacimos para conocernos.
sin embargo hay veces que subestimo lo que tengo delante de mi y dejo que ese hueco crezca hasta convertirse en frío.

you can love me naked

te miro y me pregunto en bucle
cómo hemos logrado encajar
tan bien en las piezas de este puzzle.

dejo mi métrica a un lado
tiro mi ropa al suelo
me descolocas, un cuarto desordenado

te miro con los ojos abiertos
como si no pudiera cerrarlos
como si ya fuéramos expertos

no me gusta la oscuridad
así que no bajes las persianas,
quédate conmigo un poquito más.