29 de noviembre de 2013

Veinticinco del once de dos mil trece: Alma.

Quiero llorar hasta deshidratarme.
Quiero gritar hasta que me duela la garganta.
Quiero golpearlo todo hasta que alguien me diga que pare.
¿Nunca te has replanteado dejarlo todo fluir?
¿No sería genial que todos siguieran con sus vidas y tú pudieras estar para siempre tirado en la cama...?
¿Y...si simplemente lo dejas? Dejarlo a secas.
Complétame con un poco de amor propio y voluntad.

         Nunca me había sentido tan muerta estando viva. Y eso es decir, porque he vivido mucho, o al menos, he existido. Ese momento en el que tu cabeza deja completamente tu cuerpo, el cual ya lleva horas estremeciendo por cosas tan incomprensibles que ni hacen falta explicarlas. Cuando directamente todo pasa a estar en tercera persona, cuando no es tu vida, es la de el de al lado. ¿Me explico? 
        Estar tan deprimido que pases a cuestionarte lo incuestionable, que a pesar de querer atravesar el túnel no veas la luz del final. ¿Estamos viviendo una mentira? ¿Pero qué cojones...? Fantasmas, soy uno de esos fantasmas que van de un lado a otro sin hacer otro ruido que no sea el de sus cadenas. 

Te necesito, necesito a alguien como tú.

16 de noviembre de 2013

Romper a llorar significa que todo está hecho para quebrarse.

        Este día lo recordaré como el día que perdí la fe. El día en el que descubrí que nada es lo que parece, y todo esto en el peor de los sentidos. Hoy será para mi algo así como el comienzo de las "pinturas negras" de Goya. Y, si mi alma aún no me ha abandonado lo hará pronto. Y, si la esperanza es lo último que se pierde yo ya no la encuentro. Porque cuando finalmente la realidad llama no pide permiso para entrar, si no que, cuando echas la llave y cierras la puerta, una ventana se abre, una ventana que la que fría e invisible como el viento, triste realidad, atraviesa.
       ¿Qué son todas esas hadas ahora? Frases, personajes y magias sin sentido que utilizaron algún día como moraleja, como camuflaje de lo terrible. La gente se equivoca al temer al tiempo, al aterrorizarse por un par de años más. Deberían vivir con miedo de abrir los ojos, de ver como es el mundo que le rodea en realidad. Y yo, como ellos, no era consciente de qué me perseguía hasta que me atrapó."Mi triste verdad golpea fuerte al escudo de mentiras piadosas bajo el que me arropaba": título de periódico, letras de neón de mi cabeza, grabadas a partir de hoy. Cierro los ojos, y donde antes veía películas imaginarias ahora solo veo la oscuridad de mis párpados. 
        Consuélame, trata de arreglar este dolor con simples tiritas, que el daño está hecho. Una vez que lanzas la piedra, te han mentido, no puedes permitirte el lujo de esconder la mano. Una de cal y otra de arena, una de arruinar y otra de "no te rindas, sueña".