23 de marzo de 2019

lo siento si te confundo porque yo también estoy confundida.

a veces sonrío y al segundo me pongo a llorar. no sé que me pasa. y así con todo. porque dejo que todas estas canciones me afecten más de lo necesario y al final acabo por creerme todo lo que dicen. incluso cuando no van por mí. incluso cuando las subes por ti, incluso cuando las subes por nosotros. porque un día quiero lo que me agobiaba el día de antes. y otros estoy dispuesta a darte todo, todo de mí. pero me canso tan  rápido, y estas canciones me afectan tanto...

y es que a veces sonrío y al segundo me pongo a llorar. ni de felicidad, ni de tristeza. de impotencia por no saber qué hacer. porque nadie puede tomar esa decisión por mí. porque todos los días me levando con la misma duda y millones de posibilidades. adoraría poder decir que todo o nada. me encantaría poder mandarlo todo a la mierda e irme a vivir a Viena. te juro que a veces creo que esa es la única solución, que vuele tan lejos que la gente pase de buscarme. 

joder por qué sonrío y al segundo me pongo a llorar. no tiene sentido. estoy loca. y todo me afecta demasiado. dejo que todas estas canciones me afecten más de lo necesario. pienso más de lo necesario cuando la solución siempre está delante de mí. pero le doy más vueltas y se difumina. me mareo y ya no puedo verlo todo tan claro. esque voy dando tumbos pero nunca acabo de caerme, nunca llego a estamparme, nunca me hago daño del todo. solo estoy aquí, colgando.

llorando, en un segundo sonriendo de nuevo. 

28 de febrero de 2019

don't wait 4 anyone

algo nuevo. distinto. aire fresco.

siente ese hormigueo en el pecho, cuando tienes ganas de que algo pase. un poco de ilusión a lo mejor. esperanza, quizás. así que espera y no para de esperar a que alguien venga, a que se abra una ventana. va por las estaciones mirando hacia abajo pero con la música tan alta que no puede oír a nadie más. en su mundo, esperando. y coge el tren, mira por la ventana, cómo el paisaje se difumina y ella sigue estable, por una vez. con las piernas encogidas y la espalda destrozada, pero con ganas de que algo pase. esperando. baja y camina medio bailando porque la canción que está sonando le gusta demasiado, porque le llega al corazón, a las piernas y hasta los problemas. pero sigue esperando.

y nada viene.

porque nada vendrá si esperas, si no te mueves, si dejas que todo pase frente a ti y te quedas indiferente.

26 de febrero de 2019

y déjame ir.

tengo millones de cosas que hacer que no quiero hacer. que estas ideas se desvanezcan, que se las lleven las olas. que se deshagan en la arena. que floten, que se hundan, que se vayan de aquí. no paro de darle vueltas, una y otra vez. no se van, joder. y es enfermizo. porque parece que todo va bien hasta que llegan las 10 de la noche y todo se vuelve negro de nuevo. hasta que me doy cuenta de lo que me cuesta desprenderme de las cosas y lo fácil que es dejar ir el tiempo. dejar pasar las horas. mientras me muero un poco más.

de camino a casa a veces canto sin querer porque soy capaz de olvidarme de todo. cuando no estoy en ningún lado, cuando ando, cuando me siento sola, se me olvida todo. cuando soy capaz de apagar el móvil y salir a correr. no quiero llegar a ningún lado, me gusta demasiado el viaje de vuelta a casa, cuando lo complicado está atrás.

olvídate de mí.