16 de mayo de 2015

Let the flames begin part II.

Solo unos minutos más y el sol habrá desaparecido. Rosas anaranjados juegan a ser azules, mi pulso corre con el tuyo, ¿cuál va más rápido? ¿Cuál logrará escapar de esta jaula echa de huesos y esperanzas falsas? Ojalá supiera congelar el tiempo, ojalá pudiera parar las nubes y las hondas del agua. Sombras dibujan nuestra silueta, para ellas parecemos ser solo uno, y ojalá fuera verdad que no todos los imposibles son inalcanzables. Apoyo mi cabeza sobre tu hombro y me da la sensación de que es así de sencillo cuando encajamos.

El sol se está yendo y yo no estoy lista para decirle adiós. Las llamas que había empezado están por extinguirse y me he dejado la chaqueta en casa. Hará frío, hará mucho frío durante un tiempo. Nos acercamos un poco más porque parece lo correcto, porque nunca he disfrutado la distancia. Quiero jugar pero sin que nos hagamos daño, quiero quedarme aquí para siempre porque no necesito más que esta taza de té y tu brazo sobre mí. El viento no me enreda tanto como tú, pero aún así le dejo que piense que nos disturba. Este será mi pequeño secreto, y no se lo diré a nadie.

Será mi secreto como el sol se fue y quise algo más. No se lo diré a nadie porque me da miedo que me juzguen, me da miedo que el suelo se rompa bajo mis pies y sea el acantilado el que caiga por mí. Tu mano en mi barbilla, como si lo tuvieras ensayado, yo paralizada. Te acercas a mi y siento este paréntesis y aquellos dos puntos a parte. No es justo pero no puedo hacer reclamaciones. Quiero acercarme más pero no hay distancia que restar. Y ojalá pudiera congelar estas llamas, porque me alegro de haberlas empezado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥