14 de marzo de 2014

El puto catorce de marzo de dos mil catorce: Sinceridad.

No te voy a mentir, me ha sentado como una puta patada en el estómago. Aquí estoy yo, con el maquillaje cayendo poco a poco sobre mi almohada y tú por ahí, queriendo a otra. Y no lo veo justo, no veo justo que permitieras ponerte en mi camino, que yo me pusiera en el tuyo y que mientras otra jugara con las mismas cartas. No veo justo que me hicieras creer que de verdad importaba, o que a lo mejor debía quererme un poco a mi misma cuando le repetías lo mismo a ella. Podías habérmelo dicho, no haberme dejado creer que tenía papeletas cuando ya se había hecho el sorteo. ¿Cómo me quedo yo ahora? ¿Cómo la grandísima mierda que soy? ¿Cómo el cero a la izquierda que he sido siempre? Joder que me arden las mejillas de la impotencia, de lo inútil que me siento. Soy gilipollas, imbécil, más bien ilusa porque  pensé que tenía posibilidades. ¿A quién coño quieres engañar Elena? Qué no eres nadie, nunca te van a querer, y no sirves para nada. Que te vayas ya a algún rincón a esconderte, que lo mismo dará, ya ves. Tú paso es igual de notable que el de una hormiga, y él, él el jodido huracán que ha acabado por derrumbar lo que estaba en ruinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥