10 de marzo de 2013

Me tratas como si fuera tu juguete favorito cuando en realidad me guardas en el último cajón.

¿Qué de qué me quejo? De ti, de como me haces sentir y de mi, por prestarle importancia.
Y yo como una tonta te sigo el juego, y tu, como lo que eres, me destrozas partida a partida. Todavía trato de buscarle alguna explicación posible a todo esto, pero me temo que prefiero vivir engañada a saber la verdad. Me estás haciendo daño ¿sabes? ¿Por qué? ¿Sólo esperabas que de una vez sintiera algo para después colocarme en tu estantería y presumir de ello? Porque eso es penoso. Eres penoso. Y un falso, prometiéndome cosas que ambos sabemos que no vas a cumplir. Me estás tentando y yo estoy cayendo sin arnés ni cuerdas, a pelo. Me estás rompiendo de tanto usarme.
Que si te has cansado de mi, no me trates como si fuera algo. Que entiendo que ya has conseguido lo que quieres y ya no me necesitas, si esque alguna vez me has llegado a necesitar. ¿Que soy yo la estúpida por creerme especial? Si ese es mi delito, tu eres mi cómplice.
Lo peor es que, si algún día te da por volver yo estaré ahí esperando.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥