12 de enero de 2013

Oh darling don't you ever grow up.

Nada es lo mismo dos veces. Y he hecho de eso mi lema. Ya nunca más volveré a abrir una Barbie con la misma ilusión en reyes, ya no podré bañarme con mi hermana y jugar a ser sirenas. Odio como todo ha cambiado tanto sin que me diera tiempo a penas para pensar lo que hacía. Cuántos errores quisiera borrar, cuantas cosas quisiera revivir con nuevos ojos. Lo dejé pasar todo tan rápido.
No me juzguéis por hablar así cuando aún no he terminado ni un cuarto de mi vida. Pero me siento tan arrepentida por no haber disfrutado como podía haber disfrutado las cosas, siento haberme cerrado tan pronto a todas las oportunidades que se me presentaron. Siento haber dejado piano, baile, dibujo, todas esas cosas que me gustaban hacer pero que me parecían inútiles, y todo por querer pensar como una adulta.
Y es que ahora me paso viendo las fotos del pasado y me invaden las ganas de poder volver atrás en el tiempo y ser de nuevo pequeña, tener los morros siempre manchados y decir tonterías que resulten graciosas. Veo mis videos caseros y me pregunto: ¿qué me pasó? ¿Por qué ya no soy así?
Soy muy cabezota, y no voy a admitir que lo único que ha pasado ha sido el tiempo, porque me niego a que mi vida se resuma a eso, a  años. ¡Podía haber hecho tantas cosas!
Recuerdo como me tiraba cuesta abajo en cualquier colina, "jugaba" al padel con mis amigas, hasta recuerdo como era ir colgando de los brazos de mi padre o la sensación de coger una bicicleta por primera vez.
Ojalá Peter Pan, mi amor de la infancia, viniera a salvarme y llevarme a Nunca Jamás. Ojalá pudiera quedarme congelada en el tiempo y huir junto con Campanilla. Pero lo más triste de todo es que hasta mi amor platónico de toda la vida se me está quedando pequeño, y sus piececitos ya no pueden cubrir mis pasos. Lo más triste será dejarlo todo atrás.
"Nunca digas adiós, porque decir adiós conlleva a irse, e irse significa olvidar"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥