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Eres la canción que siempre me muero por escuchar en la radio, en la que subo el volumen y canto a todo pulmón. La canción que si me pilla en el coche me resisto por sacar un brazo por la ventana y dejarme acariciar por el tacto del viento. La  canción que cuando me sale en aleatorio mientras escucho música en la ducha cierro el grifo para poder escucharla bien. 
Eres ese libro que siempre he deseado comprarme, por el que llevo tiempo ahorrando y buscando en bibliotecas. Un tipo de libro que me leería el mismo número de veces que infinito. Mi libro favorito, al que me lo llevaría a todos lados debajo del brazo, cerca del corazón. 
Eres ese hueco vacío que siento dentro de mí, que se llena con tu simple sonrisa. Eres mis ganas de irme a la cama y mis ganas de levantarme. Eres un ladrón que se ha colado en mi cabeza, que se dedica a robarme los pensamientos. Pero por favor, quédate todo el tiempo que quieras.