17 de diciembre de 2017

do you know how peace settles in?

Tenemos frío, pero no dejamos que nuestras ganas disminuyan. Con los sentidos congelados y millones de capas quise salir y disfrutar un poquito más de mí. Y hay una calma ahí fuera, que desearía que me inundara por dentro, que abrigara mis latidos. La respiro fuerte y toso, mi garganta pica y carraspeo en busca de voz. No viene, no me preocupo. Sigo inhalando y espirando como pueda y dejo que algo de ti me llene.

La nieve es tan bonita que desearía por un momento que no hiciera tanto frío, ni tampoco tanto viento. Saco la lengua al cielo retándole a ser más grande que yo, porque no hay nadie que pueda vencerme a estas alturas. Mis nudillos rojos tras amontonar copos entre mis dedos, quema luchar tan fuerte contra algo que me vence tan fácilmente. Todo está oscuro, pero no son las nubes. El sol ya se ha ido y me he quedado sola, viendo como todo flota en el aire, como bailan despreocupados hasta caer al suelo. 

Quisiera poder tener una cámara en mi cerebro, porque me encantaría volver a este preciso instante todas las veces posibles. Ojalá recordar siempre este frío constante en la nariz, en las pestañas, en todo mi cuerpo, menos en mi estómago. Abrir los ojos, que salgan de sus órbitas, mientras la nieve me va cubriendo, poco a poco, hasta que logro desaparecer y volar con ella. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥