3 de enero de 2017

No te olvidas de mí, así de fácil.

No hemos tardado ni 3 días.


Y ya me has llevado muy lejos. Puertos y paisajes congelados, carreteras olvidadas y lagos perdidos en pequeños estrechamientos. Soy tan feliz de tenerte. 
Hemos huido. Hemos corrido en frío y dormido en caliente. Hemos gastado en algo más que en gasolina, pero sabes que no me importa, que lo haría una y otra vez con tal de salir de ese túnel contigo. 
Sin responsabilidades, me has hecho ver cómo hacer que el sol brille un poquito más, la lluvia cayendo sobre la luna, tu parabrisas borrándolo todo. Nosotros empezando de cero. Dios, cómo te quiero. Ni todos estos kilómetros, ni ese horizonte que nunca acaba serán capaces de describirte cómo te quiero. 
Algo de agua, parece un trozo de cielo bajado solo para que nosotros lo veamos. En serio, no serán lo mismo pero son dos pedazos de la misma magia. Una soledad que no abruma, me llena. Por un momento me imagino que en realidad  somos tú y yo contra el mundo.
Sin querer. Has ido uniendo todas mis piezas sin querer y ahora todo parece tener sentido. 
Si me quiero ir lejos, me llevarás hasta allí y más allá. He olvidado, me he sentido olvidada y no me ha importado nada, solo tú. Solo tú, que sabes qué decir en todo momento. Que me sacas de donde sea. He aprendido a respirar y a que el oxígeno roce mi tráquea. 
 Y aunque haya sido breve, de verdad, inundas de felicidad mi alma.

merci, merci, merci.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥