20 de abril de 2014

Metáfora de como me siento realmente.

Érase una vez un bolígrafo sin tinta. Nunca nadie supo decir su aspecto, si era azul, naranja o transparente con flores dibujadas, pero aquel bolígrafo vivía olvidado al fondo de un cajón. Y tampoco se sabe de quién lo puso en ese lugar, si lo guardaron por pereza a tirarlo. Era un bolígrafo sin tinta, lo único que sabía hacer era escribir, dibujar, dejar marcas en espacios en blanco, ahora ni eso. Estaba vacío, era inservible, inútil, basura acumulada. En otra vida, tan lejana que apenas retenía bocetos de momentos concretos, alguien derramaba gotas de algo líquido y salado sobre las palabras que trazaba, las cuales le indicaron que aquello era sentir tristeza. Envidia e impotencia quizás ocuparían sus pensamientos al saber que él nunca podría sacar esas "lagrimas"de su interior, que se sentiría así para siempre, y que nunca más sería tan importante como hace muchísimo tiempo.

2 comentarios:

  1. Muy bonito, y original. Sigue así.

    PD: Tu blog es amor.

    ResponderEliminar
  2. Por favor nunca dejes de escribir.. Tú blog es el más hermoso que he visto..Te amo <3

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario ♥