28 de septiembre de 2012

Llevo un tiempo meditando sobre este monstruo que se oculta en mi pecho. A veces le da por estrujarme el corazón, provocando una especie de sacudida eléctrica por todo el cuerpo. Otras veces le gusta jugar con él hasta cansarlo y casi romperlo. Le he puesto tu nombre.
Ya no soy capaz de verte, pero cuando cierro los ojos veo tu sonrisa en mis párpados, y esos dientes tan blancos y de niño pequeño. Otras me da por recordar los días que pasamos juntos, uno por uno. A veces lloro porque se acabó, pero otras este monstruito me hace recordar que todo ocurrió. Y me siento feliz, porque me doy cuenta de que aún te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥