22 de febrero de 2014

Así que corre como siempre, no mires atrás.

Supongo que una vez más no debería suponerme un problema, tendría que estar acostumbrada. Pero aún así, odio que jueguen con mis ilusiones de esta manera. ¿Qué he hecho yo para que me hagan estas cosas? Me quitan todo lo que me dan. Tan pronto como me ven feliz algo viene y vuelta a empezar. Una se cansa de intentar las cosas de nuevo, ya voy a empezar a pasar de todos. Solo tengo ganas de mandarlo todo a la mierda, de apagar el mundo y poner el reproductor en aleatorio. De apagar la luz, cerrar los ojos y dejar que las teclas del piano me pongan la piel de gallina. Voy a ser fría, dura, voy a crear un caparazón que haga que todo me rebote y que no permita a nadie entrar, porque esa parece la única manera posible de no salir herido. Ese es el problema de todo el mundo: darles algo que no van a cuidar. Y no lo cuidarán, jugarán con él, le darán patadas, lo apretarán, lo rasgarán, y luego se lo darán a otro que pretenderá arreglar algo que más tarde volverán a tirar. Tantos guiones repetidos, tantas palabras que habréis dicho a muchas.
Y bueno, nos piden soñar para que veamos la realidad, es decir, quieren que volemos para que alguien nos corte las alas y nos comamos con patatas el suelo. Será por eso que lo primero que nos enseñan es a caer.
No sé, cada vez tengo menos ganas de nada, a cada paso que doy vivo más desengañada. Lo siento pero se me van, se van tan rápido. Y siempre me dijeron que era una vaga, así que esta vez no iba a ser menos, y dejo que se vayan, a donde quieran, no las quiero.
Que me mientan, que me digan la verdad, no voy a creeme una mierda.
Lo siento otra vez, pero estoy cansada.

1 comentario:

  1. Yo también tengo ganas de apagar el mundo y poner el reproductor en aleatorio. ¿Y qué hacer cuando incluso el reproductor no te alivia?

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